Teniendo en cuenta lo estudiado y analizado en el curso, se
concluye que el aprendizaje se logra con mayor eficiencia cuando se elabora
dentro de una comunidad de práctica. Es decir, se aprende mejor cuando se
contextualiza lo que se desea aprender.
Vigotsky, citado por
Fernández C. (2009a), propuso “una psicología que resolviera el problema de la
mediación cultural que no era abordada por los estudios” (p, 21) de otros
autores. Además, desde la propuesta de Vigotsky se plantea la “Zona de Desarrollo
Próximo” (p, 22). Con estos conceptos en mente y desde el paradigma
sociocultural, el aprendizaje es construido desde lo que conocen los demás y lo
comparten con el aprendiz y lo que percibe el mismo aprendiz.
De acuerdo a lo anterior
y llevándolo al ámbito educativo, cuando estamos dentro de una comunidad de
práctica, se pueden producir actividades pedagógicas a la medida de la
necesidad de aprendizaje utilizando todas las tecnologías disponibles para
mediar en el proceso enseñanza – aprendizaje y facilitar el proceso educativo.
Ya lo menciona Alaníz
G., (2010), “la tecnología cambia, la gente no” (p, 1). Es así como al conocer
las prácticas culturales de una comunidad y como la tecnología se puede adaptar
a un contexto determinado, se pueden construir herramientas y aplicaciones que
permitan generar innovación y creatividad en la educación y en la forma como se
pueden evaluar los proceso de enseñanza y aprendizaje utilizando las
Tecnologías de la Información y la Comunicación.
Sin embargo, y de
acuerdo al párrafo anterior, introducir un cambio no es tan agradable como se
espera, pues realizar una transformación en la forma como se llevan los
procesos y actividades propias de una cultura tiene sus consecuencias negativas
que afectarán la implementación de nuevos procesos, hasta tanto no se compruebe
que el cambio es realmente positivo y se genere apropiación del mismo.
La aparición de las
Tecnologías de la Información y la Comunicación han cambiado las prácticas
educativas, tal como lo menciona Fernández C. (2009b). Hoy en día se puede evidenciar
como la manera de escribir la información electrónica se ha transformado. Los
nativos digitales mudaron muchas palabras por otras similares que se acortan y
de todas maneras significan y se leen igual como si se hiciera de manera
completa y en papel. Esto hace que el
proceso educativo se vea avocado a introducir transformaciones en los procesos
de conocimiento y comunicación. Las TIC
han permeado la gran mayoría de culturas y en la actualidad se siguen dando cambio
acelerados en los procesos que el hombre desarrolla, especialmente en el campo
educativo.
En todo caso, al usar
las TIC se debe tener en cuenta que el centro de los procesos, especialmente el
educativo, debe tener como centro la persona y especialmente el estudiante, tal
como lo plantea Heredia E., et al (2007), en el que plantea una serie de seis círculos
que colocan como eje principal a los aprendices. En los demás círculos se
ubican el docente, área de conocimiento, el contexto institucional, el contexto
sociocultural y el marco filosófico de la educación, en donde hay un proyecto
de nación y unos fines educativos.
Así las cosas, las
utilización de las TIC debe generar una integración completa de todos los
elementos y a la vez promover un trabajo unificado al adentrarnos en el proceso
educativo como una construcción colectiva con la participación de cada uno de
los elementos de los círculos en mención.
Ahora bien, como lo
menciona Heredia E., et al (2007), no todo funciona como lo propone el modelo,
puesto que la realidad que se vive en las instituciones educativas es
totalmente diferente a lo que acabamos de mencionar. Para el caso propio de mi
Institución Educativa, los recursos que se disponen para solucionar la escasés
de materiales y dotaciones tanto para docentes como estudiantes son muy
reducidos. En muchas ocasiones no es que falte voluntad, lo que falta es el
recurso para hacer que el estudiante sea atendido como el centro del proceso
educativo y se le de la relevancia que el aprendiz tiene en todo el desarrollo
de la enseñanza y el aprendizaje.
Daniels (2003) dice: “lo
que me preocupa es que omitamos aspectos esenciales del contexto cuando
diseñamos y analizamos la práctica pedagógica” (p. 182). Esto nos hace pensar
que en el afán de adaptar las TIC a las necesidades de un contexto, no caigamos
en el error de omitir lo importante de la implementación por la solo
integración de las TIC a las comunidades de práctica. También dice: “Mi argumento
es que para comprender plenamente la totalidad relacionada de una práctica
pedagógica no debemos desatender algunas de sus partes por más escurridizas que
sean” (p, 182).
Finalmente, es bueno
anexar a este texto la importancia que tienen las redes de aprendizaje en
el contexto educativo. Muñoz S., (2008)
menciona que:
“En la actualidad se han propagado en Internet los
programas de redes escolares pero no todas ellas logran construir comunidades
de práctica docente que pueden hacer la diferencia entre establecer un contexto
permanente para la creación y difusión de prácticas educativas innovadoras o
simplemente establecer conexiones temporales y esporádicas entre los usuarios”
(p, 95)
Lo anterior es una
realidad que se vive en la gran mayoría de comunidades de práctica, puesto que,
los cambios acelerados de las TIC hacen que los comunidades no se quieran
quedar atrás y optan por integrar a su medio herramientas que no han sido diseñadas
para su propia cultura; aunque muchas comunidades tengan muchas características
en común, nunca su cultura será igual entre ellas. Esto hace que se deba pensar
no solo en integrar las TIC en contextos socioculturales, sino en saber cual es
la necesidad real que se solucionará dentro de una comunidad de práctica real.
De nuevo, como lo menciona
Alaníz G., (2010), “la tecnología cambia, la gente no” (p, 1).
Referencias:
Alanís González, M. (2010). Gestión de la introducción de la innovación
tecnológica en educación. En V. Burgos Aguilar, & A. Lozano Rodríguez, Tecnología
educativa y redes de aprendizaje de colaboración (págs. 37-48). México:
Trillas.
Daniels, H. (2003). Vygotsky y la Pedagogía. Barcelona: Paidós.
Fernández-Cárdenas, J. M. (2009a). Las tecnologías de la información y
la comunicación desde la perspectiva de la psicología de la educación. (J.
Arévalo Zamudio, & G. Rodríguez Blanco, Edits.) México, Distrito Federal,
México: Secretaría de Educación Pública/Dirección General de Materiales
Educativos.
Fernández-Cárdenas, J. M. (2009b). Aprendiendo a escribir juntos:
Multimodalidad, conocimiento y discurso. Monterrey: Comité Regional Norte
de Cooperación con la UNESCO / Universidad Autónoma de Nuevo León.
Heredia Escorza, Y., & Romero Murguía, M. E. (2007). Un nuevo
modelo educativo centrado en la persona: compromisos y realidades. En A. Lozano
Rodríguez, & J. V. Burgos Aguilar, Tecnología Educativa en un Modelo de
Educación a Distancia Centrado en la Persona (págs. 53-75). México: Limusa.
Muñoz Sheridan, A. (2008). Factores implicados en la conformación de
redes escolares con el soporte de un portal educativo: Un enfoque de
comunidades de práctica docente. En J. M. Fernández-Cárdenas, & C.
Carrión-Carranza, Escenarios virtuales y
comunidades de práctica. La participación docente en la Red de Escuelas
Asociadas a la UNESCO (págs. 95-115). Monterrey: Comité Regional
Norte de Cooperación con la UNESCO.
Compañero Ángel, muy profesional su análisis de las lectura, me llama la atención su ultimo aparte de como la ciencia ha llegado al punto de influir sobre la mentalidad de la humanidad e irónicamente percibo como cada descubrimiento tecnológico que contribuye al avance de 100 años en el conocimiento, en solo 1 hora, contribuya con la destrucción de miles de años de trabajo realizado por la naturaleza La tecnología no es simplemente un elemento de las fuerzas productivas, sino que ha convertido en un factor primordial para el desarrollo social
ResponderEliminarGracias compañero José por su excelente aporte.
ResponderEliminarAngel, en todo tu aporte rescatas elementos muy importantes, pero quizás el que más noto es el de la realidad educativo que aun se vive en muchas instituciones educativas, con poco recursos materiales y económicos, asi como la falta de acceso a las tecnologias digitales, lo cual limita y obstaculiza ese camino que deseamos poder seguir en cuanto al uso de las tecnologias digitales en el diseño de estrategias pedagogicas desde un enfoque socicultural.
ResponderEliminarCreo que existe una realidad que debe ser vista por las autoridades encargadas de emitir politicas y directrices en el tema de educación y tecnología, con el fin de que se destinen los fondos necesarios para el desarrollo de proyectos que promuevan esta temática de tanto interes. Sin embargo, mientras esto sucede, nosotros como docentes podemos dar pequeños asos que encaminen a alcanzar estos objetivos.
Angel, en tu aportación incluyes conceptos medulares que hemos revisado, gracias por recordarnos que todo cambio implica retos que afrontar y compartir la realidad de tu práctica.
ResponderEliminarUn gusto trabajar contigo!